El European Shippers’ Council (ESC) ha avalado una iniciativa que busca establecer el inglés como idioma funcional adicional en las operaciones ferroviarias que atraviesan fronteras en la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T). Este planteamiento va dirigido a mejorar la interoperabilidad, agilizar la comunicación y elevar la competitividad del transporte ferroviario europeo.
¿Qué propone exactamente?
- Integrar el inglés como lengua operativa entre maquinistas y personal de infraestructura, sin sustituir las lenguas nacionales, para hacer frente al reto de los trayectos internacionales.
- Revisar las especificaciones técnicas de interoperabilidad de la RTE-T para reflejar este cambio.
- Establecer que, para 2035, todo gestor de infraestructura en la red principal de la RTE-T contrate personal con al menos un nivel B2 de inglés.
Motivos clave
- Actualmente, la diversidad lingüística representa un obstáculo en la operativa ferroviaria internacional, haciendo más lentos los trámites, las comunicaciones técnicas y dificultando la coordinación.
- Aunque ya existen avances como la harmonización de normas y el uso del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS), la ausencia de una lengua operativa común limita la eficiencia.
- Se prevé que el usar el inglés en rutas internacionales reduzca retrasos, mejore la seguridad operativa y favorezca un flujo más fluido de mercancías entre países.
Consideraciones y desafíos
- No se plantea eliminar el uso de las lenguas nacionales, especialmente en el ámbito local: sólo se dotaría de carácter obligatorio para el personal que participa en operaciones transfronterizas o en corredores internacionales de la red principal RTE-T.
- Reconoce que no todo el personal ferroviario dispone hoy de competencias avanzadas en inglés; por eso la propuesta incluye un plazo (hasta 2035) para capacitar o contratar personal con nivel B2.
- También habrá que evaluar costes de formación, adaptación normativa y posibles resistencias desde diferentes países o empresas ferroviarias.
Implicaciones para España / para el sector de la logística
Para empresas y operadores españoles este cambio podría tener efectos importantes:
- Formación lingüística: será necesario invertir en cursos de inglés técnico o especializado para conductores y personal de infraestructura que operen en rutas internacionales.
- Certificaciones de competencia: se requerirá evidenciar el nivel de inglés (equivalente al B2) en ciertos puestos.
- Adopción normativa: adaptar procedimientos internos y protocolos para incluir comunicaciones en inglés cuando lo exijan las rutas internacionales o los corredores de la RTE-T.
- Mejoras operativas: si se logra una implementación eficaz, podría reducirse el tiempo de respuesta, los errores de comunicación, los retrasos en pasos fronterizos y mejorar la coordinación en eventos críticos (averías, incidencias, etc.).
Conclusión
La propuesta del ESC de incorporar el inglés como idioma operativo común en la red principal del sistema ferroviario europeo representa una apuesta decidida por la interoperabilidad, la eficiencia y la seguridad en un mercado paneuropeo cada vez más integrado. Aunque no está exenta de retos —formación, adaptación normativa y costes—, puede suponer un avance significativo para optimizar las cadenas de logística internacional.