La Unión Europea (UE) está intensificando su apuesta por el tren de mercancías en la revisión de la red transeuropea de transporte TEN-T. La propuesta presentada por el Parlamento Europeo se centra en establecer normas y estándares unificados para cada modo de transporte, pero presta especial atención al tren de mercancías. Se enfatiza que el transporte intermodal debe utilizar principalmente el ferrocarril, las vías navegables interiores o el transporte marítimo de corta distancia, y que el transporte por carretera solo debe utilizarse para los tramos iniciales o finales.

En la propuesta de revisión de la red transeuropea de transporte TEN-T, la Unión Europea (UE) está intensificando su apuesta por el tren de mercancías. En ese sentido, se establece que los cruces fronterizos interiores deben tener un tiempo de espera máximo de 15 minutos. Además, se establece que el retraso en el destino de las mercancías transportadas en tren no puede superar los 30 minutos. Estas medidas buscan agilizar y mejorar la eficiencia del transporte de mercancías por ferrocarril en la UE, fomentando su uso y promoviendo la transferencia de carga de la carretera al tren.

Se estima que se requerirá una inversión de 244.200 millones de euros hasta 2050 para el desarrollo de la red TEN-T. La propuesta busca impulsar el desarrollo de la red en tres fases, que incluyen la finalización de la malla central para 2030, la aplicación de nuevos estándares en una red más amplia para 2040 y la disponibilidad de un sistema integral para 2050. Los fondos para esta inversión provendrán de los fondos públicos de la UE y los Estados miembros.

En relación al tren de mercancías, la propuesta establece que el tiempo de espera en los cruces fronterizos interiores no debe superar los 15 minutos y el retraso en el destino no puede exceder los 30 minutos. También se aumentará la velocidad de los trenes de mercancías a 100 km/h en la red básica y se introducirá un gálibo de carga P400 que permitirá la circulación de semirremolques en vagones de ferrocarril. Estas medidas tienen como objetivo promover las autopistas ferroviarias y fomentar la transferencia de carga de la carretera al tren en la UE.

En cuanto a la carretera, la propuesta establece que se debe desplegar infraestructura de recarga eléctrica y repostaje de combustibles alternativos para camiones a intervalos de 60 kilómetros en ambas direcciones. Además, se requiere que las carreteras estén equipadas con zonas de descanso y estacionamiento seguras para vehículos comerciales y sistemas de pesaje en movimiento para camiones.

La propuesta también menciona que las 424 ciudades identificadas como nodos urbanos de la red TEN-T, incluyendo 45 en España, deben disponer al menos de una terminal de carga multimodal con suficiente capacidad de transbordo.

En cuanto al ferrocarril, se establece que para 2040 toda la red TEN-T debe estar equipada con el Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERMTS), que garantiza la interoperabilidad de las redes ferroviarias estatales. Los sistemas más antiguos deben ser retirados para 2030.