Un llamamiento a la coherencia, la sostenibilidad y la protección del transporte ferroviario en Europa
En Faprove manifestamos nuestro pleno apoyo a nuestra matriz en Europa, International Union of Wagon Keepers (UIP), que junto a otras 19 organizaciones europeas del sector ferroviario, logístico y de transporte intermodal, ha expresado su preocupación ante la propuesta de revisión de la Directiva 96/53/EC sobre los pesos y dimensiones de los vehículos de carretera.
El texto que actualmente se encuentra sobre la mesa de debate en las instituciones europeas podría tener efectos negativos de gran alcance, no solo para el sector del transporte, sino también para los objetivos medioambientales, de seguridad vial y de equilibrio modal que la Unión Europea se ha comprometido a alcanzar.
La revisión pretende permitir la circulación generalizada de los denominados European Modular Systems (EMS), conjuntos de camiones más largos y pesados que los actualmente autorizados, con el argumento de mejorar la eficiencia del transporte por carretera. Sin embargo, el análisis técnico elaborado por la UIP demuestra que esta modificación es incompatible con los compromisos europeos de aumentar el transporte ferroviario de mercancías en un 50 % para 2030 y en un 100 % para 2050, tal y como establece la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente.
Incompatibilidad con la intermodalidad
El sistema logístico europeo se basa en la interconexión entre distintos modos de transporte. Cualquier cambio en las condiciones de un modo afecta necesariamente al resto. Permitir vehículos de mayores dimensiones y pesos rompería la compatibilidad técnica y operativa entre el transporte por carretera, el ferroviario y el marítimo-fluvial, afectando directamente a las operaciones intermodales.
La UIP advierte que muchas combinaciones de camiones EMS son incompatibles con el transporte intermodal, ya que requerirían adaptar el diseño de contenedores, grúas y vagones, además de modificar los accesos y radios de giro en terminales y puertos secos. Según encuestas realizadas a operadores europeos, casi el 50 % de las terminales intermodales no podrían operar ni permitir la entrada o maniobra de estos vehículos de mayor longitud.
En la práctica, esto significaría un retroceso en los avances conseguidos durante la última década en materia de intermodalidad. Europa ha destinado importantes recursos a mejorar la red ferroviaria y las terminales logísticas, esfuerzos que se verían socavados por una normativa que favorece de forma unilateral al transporte por carretera.
Las cargas pesadas pertenecen a los modos diseñados para soportarlas
El ferrocarril y el transporte marítimo interior están diseñados estructuralmente para el transporte de cargas pesadas. Las infraestructuras ferroviarias europeas pueden soportar cargas por eje de hasta 22,5 toneladas, mientras que las embarcaciones fluviales y marítimas pueden manejar pesos aún mayores con una eficiencia energética muy superior a la del transporte por carretera.
En cambio, la red viaria europea no está preparada para una circulación intensiva de vehículos con ejes de más de 10 toneladas. La UIP advierte que cada kilómetro recorrido por vehículos más pesados acelerará el deterioro de las carreteras, puentes y pasos elevados, obligando a los Estados miembros a realizar inversiones adicionales multimillonarias en refuerzo de firmes y estructuras.
Además, las modificaciones necesarias en rampas de acceso, áreas de descanso y señalización representarían costes adicionales muy elevados a nivel nacional, regional y local, así como un aumento de la congestión debido a obras frecuentes y prolongadas.
Riesgo de socavar las inversiones ferroviarias
Durante la última década, la Unión Europea ha impulsado una política de inversiones sin precedentes en el transporte ferroviario. El programa Connecting Europe Facility – Transport (CEF-T) ha destinado 31.000 millones de euros a mejorar la infraestructura ferroviaria europea entre 2014 y 2024.
A nivel nacional, los Estados miembros han seguido el mismo camino. En Alemania, el Gobierno federal ha anunciado una inversión de 107.000 millones de euros entre 2025 y 2029 para modernizar la red ferroviaria. En España, más de 6.600 millones de euros procedentes de fondos europeos de recuperación se han asignado a la promoción del transporte intermodal y a la culminación de los corredores ferroviarios europeos.
Estas inversiones reflejan una visión clara y coherente: apostar por el ferrocarril como pilar de un transporte de mercancías sostenible, competitivo y seguro. Permitir una liberalización indiscriminada del peso y dimensiones de los camiones significaría deshacer parte de ese esfuerzo, desviando carga del tren a la carretera y debilitando la rentabilidad de las infraestructuras ferroviarias existentes.
Seguridad y transporte de mercancías peligrosas
Otro aspecto de preocupación es la seguridad. La UIP alerta de que los camiones más largos y pesados presentan mayores riesgos de accidentes, especialmente al transportar mercancías peligrosas. Estos vehículos requieren mayores distancias de frenado y radios de giro, lo que aumenta la probabilidad de colisiones, especialmente en carreteras no adaptadas.
El informe también señala que la Directiva no establece requisitos adicionales para los conductores de estos camiones, lo que podría permitir que personas con poca experiencia, incluso de 18 años, conduzcan vehículos de gran tonelaje. Esta situación incrementaría el riesgo de accidentes graves en las carreteras europeas.
Efectos negativos sobre el clima y la calidad del aire
Aunque algunos defensores de la revisión alegan posibles reducciones de emisiones por unidad transportada, el análisis global demuestra lo contrario. El trasvase modal del ferrocarril a la carretera provocaría un aumento neto de las emisiones de CO₂ y de contaminantes atmosféricos, ya que el transporte ferroviario produce entre un 75 % y un 90 % menos de emisiones que el transporte por carretera.
El estudio de impacto citado por la UIP estima que hasta un 21 % de la carga ferroviaria podría trasladarse al transporte por carretera, lo que supondría entre 6,7 y 13,3 millones de viajes adicionales de camiones cada año en Europa. Lejos de aliviar el tráfico, esta medida incrementaría la congestión, el consumo energético y la contaminación urbana.
Un llamamiento a la coherencia y la visión de futuro
Desde Faprove consideramos que la revisión de la Directiva sobre pesos y dimensiones, tal como está planteada, contradice los principios del Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente. Europa debe avanzar hacia un sistema de transporte verdaderamente multimodal, donde cada modo desempeñe el papel para el que es más eficiente, y no hacia una competencia desequilibrada que favorezca a uno en detrimento del resto.
Por ello, nos sumamos a la UIP en su llamado a las instituciones europeas para que reconsideren la propuesta actual antes de su adopción, evalúen de forma rigurosa los impactos económicos, ambientales y técnicos, y mantengan el ferrocarril como columna vertebral del sistema de transporte europeo.
Solo garantizando una política coherente y equilibrada podremos asegurar un transporte de mercancías más eficiente, seguro y sostenible para el futuro de Europa.