El Gobierno reactiva el impulso del proyecto de Ley de Movilidad Sostenible: Un paso crucial hacia un futuro más sostenible, donde la descarbonización del transporte de mercancías pasara al ferrocarril.
En un momento en el que la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático ocupan un lugar destacado en la agenda política y social, el Gobierno español ha retomado con determinación el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible. Esta iniciativa, que había sido validada en diciembre de 2022, vuelve a cobrar fuerza con la misma determinación y compromiso para su envío a las Cortes Generales, donde se tramitará con carácter de urgencia con la expectativa de su aprobación en este mismo año.
El Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha destacado la importancia estratégica de esta ley, no solo como una medida fundamental para abordar los desafíos de movilidad del país, sino también como un compromiso ineludible con la Unión Europea. La aprobación de esta ley no solo es una necesidad interna, sino que también está vinculada a los Fondos de Transformación y Resiliencia, lo que la convierte en un paso esencial para el cumplimiento de los compromisos económicos y medioambientales de España a nivel internacional.
Con 109 artículos, la Ley de Movilidad Sostenible establece una hoja de ruta ambiciosa y completa que aborda diversos aspectos clave para promover una movilidad más sostenible, eficiente y equitativa en nuestro país.
En primer lugar, la ley reconoce la movilidad como un derecho ciudadano, subrayando la importancia de garantizar el acceso a opciones de transporte seguras, eficientes y accesibles para todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia o situación socioeconómica. Al mismo tiempo, se respeta el ámbito competencial de las diferentes administraciones locales y autonómicas, fomentando la colaboración y la coordinación en la planificación y gestión de la movilidad a nivel regional y local.
Uno de los pilares fundamentales de la ley es la descarbonización del transporte, en línea con los compromisos internacionales en materia de cambio climático, es su apuesta por la transformación de las ciudades hacia modelos más sostenibles y se promueve el transporte público y la movilidad activa como alternativas al uso del vehículo privado. Además, se fomentará el transporte ferroviario de mercancías como una vía para reducir las emisiones y aliviar la presión sobre las carreteras.
En este sentido, el Gobierno se compromete a seguir apostando por iniciativas como las autopistas ferroviarias y la mejora de las conexiones ferroviarias fronterizas, especialmente con Francia. La colaboración con otros países europeos es fundamental para garantizar la eficiencia y la interoperabilidad de las redes de transporte y facilitar el flujo de mercancías a través de los diferentes corredores europeos.
Además, la ley contempla medidas específicas para fomentar el uso del tren en el transporte de mercancías, como bonificaciones y programas de apoyo e incentivos para el cambio modal. Se buscará optimizar la capacidad de carga de los trenes y reducir la dependencia del transporte por carretera, contribuyendo así a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mejora de la calidad del aire.
Para ello es fundamental en esta legislación la promoción del transporte ferroviario de mercancías como una alternativa más limpia y eficiente al transporte por carretera. España se encuentra rezagada en este aspecto, con una tasa de transporte de mercancías por tren significativamente más baja que la media europea. El Gobierno se ha fijado el ambicioso objetivo de aumentar esta cuota al 10% antes de 2030, lo que implicará una transformación profunda en la infraestructura y las políticas de transporte del país.
Para lograr este objetivo, se impulsarán iniciativas como las autopistas ferroviarias y la mejora de las conexiones ferroviarias fronterizas, especialmente con países vecinos como Francia. La colaboración internacional es clave para garantizar la eficiencia y la interoperabilidad de las redes de transporte y facilitar el flujo de mercancías a través de los diferentes corredores europeos.
La descarbonización del transporte de mercancías no solo es una cuestión medioambiental, sino también económica y social. La reducción de las emisiones y la promoción de alternativas más sostenibles no solo ayudarán a mitigar el cambio climático, sino que también contribuirán a mejorar la eficiencia y la competitividad del sector logístico y a crear empleo en áreas relacionadas con la movilidad sostenible.
Además de la descarbonización, la ley tiene como objetivo mejorar la eficiencia del gasto en infraestructuras de transporte. Se introducen mecanismos de análisis ex ante y ex post para evaluar la rentabilidad medioambiental de las inversiones y se promueve la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los recursos públicos. Se busca reducir las ineficiencias y optimizar el uso de los fondos destinados al desarrollo de infraestructuras de transporte, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y proteger el medio ambiente.
Por último, la ley apuesta por la digitalización y la innovación como herramientas clave para mejorar la eficiencia y la seguridad del sistema de transporte. Se crea el Espacio de Datos Integrado de Movilidad (EDIM), donde empresas de transporte, gestores de infraestructuras y administraciones podrán compartir información para optimizar la toma de decisiones y mejorar la planificación y gestión de la movilidad a nivel nacional. Además, se promueve la creación de un sandbox de movilidad para probar soluciones innovadoras en un entorno controlado, lo que permitirá acelerar la llegada al mercado de nuevas tecnologías y servicios de transporte.
Durante el proceso parlamentario, el texto estará abierto a enmiendas, lo que brinda la oportunidad de mejorar y enriquecer la propuesta inicial. Uno de los aspectos que podría ser objeto de debate es el pago por uso en el transporte por carretera, una medida que se ha excluido del texto aprobado por el Consejo de Ministros pero que podría ser reconsiderada en función de las necesidades y prioridades de la sociedad.
En resumen, la Ley de Movilidad Sostenible representa un paso crucial hacia un futuro más sostenible y equitativo para España. Su aprobación marcará un hito importante en la lucha contra el cambio climático y la promoción de una movilidad y transporte de mercancías, mucho más eficiente, segura y accesible para todos los ciudadanos. Es un compromiso con las generaciones presentes y futuras, y una muestra del firme compromiso del Gobierno español con la construcción de un mundo mejor y más sostenible.